viernes, 1 de agosto de 2008

CURIOSAS RELACIONES


Vivimos en un país con una democracia de buena salud, aunque desde mi punto de vista poco ejercitada, me explicaré, cuando se nos plantea el preguntarnos acerca de la existencia de una verdadera separación de poderes o de si seríamos capaces de asegurar la no intervención por parte de la Iglesia en asuntos estatales, puede parecer incluso insultante. Pero, ¿realmente alguien sería capaz de asegurarlo con plena convicción?, yo, personalmente, no. Aunque es cierto que en este punto entra en juego el concepto individual que cada uno tenga de “separación de poderes” o de “no intervención”, creo que no han pasado desapercibidas para nadie las intrigas, especialmente urdidas por los sectores derechistas, generadas alrededor de la elección de los miembros del Tribunal Constitucional en los últimos tiempos, al igual que el activismo político que protagonizó gran parte de la cúpula eclesiástica en la pasada legislatura.

Así que probablemente para llegar a tener una democracia, con lo que la plenitud de la palabra implica, en vista de, como por ejemplo, los lamentables hechos anteriormente citados, deberíamos empezar por plantearnos si el modelo de Estado que queremos alcanzar es el que viene recogido en la Constitución, al igual que si el que tenemos actualmente es el que realmente se desprende de nuestra Carta Magna vigente.

Sin duda, son muchos los entresijos que existen entre la peculiar relación Estado-Iglesia, heredados seguramente de antaño, pero eso no puede servirnos de precedente para relajarnos en una postura costumbrista o incluso inmovilista, sino que debemos avanzar sin escudarnos en nobles valores como el respeto o la tolerancia, hacia la erradicación de favoritismos.

2 comentarios:

Carme Carmona dijo...

Enhorabona Alexandra per aquest nou lloc.

Ara ja som una més: socialista i dona!!

Et linko i aniré passant....

Bon estiu ;))

Alexandra Moreno dijo...

Gràcies Carme,

Ens veiem!