miércoles, 5 de agosto de 2009

M'AGRADA PENSAR QUE...



El 3 d’Agost de 1939, 56 joves membres de las Juventudes Socialistas Unificadas, van ser acusats davant un Tribunal Militar de reorganitzar les JSU i el PCE per a cometre actes delictius contra “ el orden social y jurídico de la nueva España” i condemnats per “adhesión a la rebelión” a pena de mort.

En conseqüència la matinada del 5 d’Agost de 1939, al costat de la tàpia del cementiri de l’Almudena de Madrid, afusellaven 43 homes i 13 dones conegudes com les tretze roses.

M’agrada pensar que aquesta classe de fets esgarrifants, ens ajuden a recordar que no sempre ha estat fàcil, ni ho és encara per molta gent, dir allò que es pensa, es creu o es vol, especialment quan el fet d’opinar posa en risc la teva vida i la dels qui estimes.

M’agrada pensar que aquesta classe d’errors, comesos en una història lamentablement massa recent, ens ajuda a entendre que la lluita d’aquelles persones, sabedores de que acceptant-la es jugaven la vida, deixarà de tenir sentit en el moment en el que ,nosaltres , els que trepitgem ara per ara aquest món, renunciem a ser lliures i a fer tot el que ens sigui possible per millorar la nostra realitat.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

estas jovenes comunistas siempre estaran con nosotros. Al menos los que nos sentimos socialistas y supongo, que igual para aquellos que no lo son como por ejemplo: los del PsoE. Es decir, los sociatas (que no socialistas). Y lo digo sin mala intención. Sociata = a socialdemocracia capitalista.
Gracias y felicidades

Alexandra Moreno dijo...

Si con lo de “sociata” te refieres a aquel que propugna una vía hacia el socialismo que rechaza la violencia y por lo tanto que confía en la democracia como el único medio justo para conseguirlo, entonces me considero una “sociata”. Ahora bien, estoy convencida de que el principal rasgo que define a un “sociata” es el de la lucha por los derechos de las personas, de manera que me parece un tanto injusta la coletilla “capitalista” que has utilizado.

La verdad, es que siento una especial simpatía por los que todavía os definís como comunistas, porque creo que en realidad no pensamos tan diferente. Aunque por el contrario, frivolizando un tanto la cosa, me sorprende que de alguna manera nos acuséis a los socialistas (perdona si te molesta, pero a mí me gusta llamarme así) de haber renunciado a la utopía, cosa para nada cierta. La diferencia es que nosotros hemos pasado a la acción, que ahora se traduce en el trabajo por aquello en lo que creemos y en el uso de la palabra (no mediante fusiles, ni granadas, como antaño, afortunadamente), en vez de tumbarnos bajo una higuera y de vez en cuando pintar cuatro paredes, tras aburrirnos de filosofar.

Aunque probablemente este sea nuestro gran pecado, el gran pecado de la izquierda, el de encontrar siempre más puntos que nos separan de los que nos unen, cosa que sin duda la derecha, como siempre, sabrá aprovechar.

Gracias por tu comentario!